Una paciente de 72 años que llegó de urgencia a la clínica tras perder el conocimiento, hoy se encuentra completamente sana gracias a este innovador procedimiento conocido como TAVI, el cual hasta ahora sólo se realizaba en Santiago.
Este hito convierte a Clínica Isamédica de Rancagua en el primer centro de la Región de O’Higgins en realizar con éxito esta intervención de alta complejidad, consolidando su liderazgo en Cardiología Intervencional.
Rancagua, noviembre de 2025.- Alegría y satisfacción había en el equipo médico del Pabellón de Hemodinamia de Clínica Isamédica de Rancagua. Y no es para menos, ya que por primera vez en toda la Región de O’Higgins se realiza un Implante de Válvula Aórtica Percutánea (TAVI, por su sigla en inglés).
El desafío no era fácil, puesto que la paciente padecía estenosis aórtica severa, una enfermedad que estrecha la válvula del corazón y le impedía realizar sus actividades cotidianas. “Se cansaba incluso al caminar y recientemente había sufrido un desmayo. Sabíamos que no podíamos esperar más”, relata el Dr. Marcio Alvarado, Cardiólogo Intervencional y Coordinador de Cardiología de la clínica.
Gracias a un equipo altamente especializado y tecnología de última generación, se decidió realizar un TAVI, procedimiento mínimamente invasivo que reemplaza la válvula dañada sin necesidad de cirugía a corazón abierto.
El especialista agrega que “esta enfermedad puede ocasionar la muerte si no se trata a tiempo, ya que al estrecharse la válvula aórtica, el corazón necesita hacer fuerza en cada latido para poder expulsar la sangre. Por este motivo, decidimos implantar esta válvula artificial vía percutánea y confiar en el excelente equipo de cardiólogos intervencionales que tenemos en la clínica”.
TAVI vs cirugía a corazón abierto
Antes de la llegada del TAVI, los pacientes con estenosis aórtica debían someterse a una riesgosa y extensa cirugía a corazón abierto para reemplazar la válvula dañada, requiriendo un corte largo y vertical en el pecho.
A diferencia de la cirugía tradicional, el TAVI no requiere abrir el tórax. A través de un pequeño acceso por la arteria femoral, se introduce un catéter que lleva la nueva válvula hasta el corazón. Todo se realiza guiado por imágenes en tiempo real y con anestesia mínima, reduciendo el riesgo y permitiendo una recuperación mucho más rápida.
Una vez en posición, se despliega una válvula cardíaca artificial a través del catéter, la que se expande y reemplaza la función de la válvula aórtica dañada. A su vez, se controla la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración del paciente.
En este sentido, el Dr. Alvarado comenta que “la intervención fue todo un éxito. La paciente se mantuvo estable, sin complicaciones y fue dada de alta a los tres días con excelente pronóstico”.
Finalmente, el especialista destaca a todo el equipo médico y técnico del pabellón de Hemodinamia: “Este logro refleja el compromiso y la excelencia de todos quienes forman parte de Clínica Isamédica. Estamos muy orgullosos de haber marcado un precedente en la región y ofrecer a nuestros pacientes la posibilidad de acceder a procedimientos de nivel mundial, sin tener que trasladarse a Santiago”.

«Con este avance, Clínica Isamédica reafirma su compromiso con los mejores equipos, la innovación, la seguridad del paciente y el desarrollo de la medicina de alta complejidad en la Región de O’Higgins. Un paso más hacia nuestro propósito: brindar atención médica de excelencia, cerca de quienes más la necesitan».
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