A partir del 25 de octubre de 2025, las plataformas extranjeras de e-commerce como AliExpress, Shein y Amazon estarán obligadas a recaudar y pagar IVA en Chile por las compras de bienes de hasta US$500, según lo establece la Ley de Cumplimiento Tributario.
La normativa pone fin a la exención que beneficiaba a productos importados de menos de US$41, con el objetivo de reducir la evasión, nivelar la competencia con el comercio local y simplificar procesos aduaneros.
De acuerdo con Jorge Berríos, director del Diplomado en Finanzas de Unegocios FEN UCHILE, “existían múltiples envíos pequeños que evitaban el pago de IVA, lo que no solo representaba una pérdida para el fisco, sino también una competencia desleal frente a las empresas nacionales que sí cumplen con sus obligaciones tributarias”.
¿Qué significa para los consumidores?
La medida impactará directamente en el bolsillo, ya que el 19% de IVA se sumará al precio final en cada transacción.
Ejemplo: un accesorio comprado en AliExpress por US$30, que antes llegaba libre de impuestos, ahora costará alrededor de US$35,7.
Entre enero de 2023 y junio de 2024 se realizaron más de 23 millones de compras online hacia Chile, de las cuales 18 millones fueron en AliExpress, un millón en Amazon y 650 mil en Shein.
Equidad tributaria y efectos en el comercio local
El ajuste busca igualar el campo de juego con el comercio nacional, donde los productos siempre han debido pagar IVA. Sin embargo, los expertos coinciden en que el impacto para pymes y emprendedores será limitado, ya que muchos de los artículos adquiridos en plataformas extranjeras no están disponibles en el mercado chileno.
En cambio, el crecimiento se proyecta en la logística, el transporte y la distribución, sectores que seguirán expandiéndose para cubrir la demanda de importaciones.
Un cambio en línea con el mundo
Chile se suma así a una tendencia internacional: la Unión Europea eliminó en 2021 la exención para compras menores a 22 euros, mientras que en Estados Unidos hace años se aplican impuestos estatales al comercio digital.
El nuevo escenario redefine las reglas del juego en el e-commerce: los usuarios deberán adaptarse a pagar impuestos en compras internacionales, mientras el mercado local y global compite en condiciones más equilibradas.





