Un nuevo modelo de terapia, liderado por el Dr. Teodoro Forcht Dagi, neurocirujano de la prestigiosa Clínica Mayo, ya está disponible en el país y busca romper las barreras de la recuperación tradicional, combinando tecnologías de vanguardia y terapias intensivas para extender la ventana de sanación.
Chile se ha convertido en el primer país de Latinoamérica en implementar un revolucionario modelo de neurorrehabilitación para víctimas de Accidente Cerebrovascular (ACV). El hito central fue el inicio del tratamiento del primer paciente chileno el pasado 3 de noviembre, un evento que marcó el debut de una modalidad que busca ofrecer esperanza a miles de personas que enfrentan un proceso de recuperación a menudo largo e incompleto.
El nuevo enfoque fue presentado y validado ante la comunidad médica nacional durante el evento «INDOMA 2025: Innovación y Futuro en Neurorrehabilitación». El Dr. Teodoro Forcht Dagi, Profesor de Neurocirugía en la Clínica Mayo School of Medicine y Director Médico de Indoma, explicó cómo este programa está diseñado para romper la temida «meseta» donde el progreso del paciente tiende a detenerse.
«La ciencia moderna demuestra que el cerebro puede seguir sanando meses, e incluso años, después de la lesión,» afirmó el Dr. Dagi. «Nuestro objetivo es apoyar al paciente hasta que alcance el máximo nivel de recuperación funcional posible, algo que ya estamos haciendo con nuestro primer paciente aquí en Chile.»

A diferencia de los modelos convencionales, esta metodología se fundamenta en la intensidad terapéutica y el uso de tecnología avanzada. El programa se traslada directamente al hogar del paciente, donde recibe rehabilitación intensiva (terapia física, cognitiva y de habla) sincronizada con herramientas de vanguardia.
El modelo integra un sistema de Estimulación Magnética Transcraneal (TMS) portátil, la cual crea un campo magnético de baja intensidad para facilitar el reordenamiento de las redes neuronales, en conjunto con lentes de realidad virtual inmersiva para la realización de ejercicios específicos.
El Dr. Dagi advirtió que no se trata de «balas mágicas», sino de herramientas que mejoran significativamente la capacidad natural del cerebro para reorganizarse y crear nuevas conexiones neuronales, especialmente cuando se combinan con la rehabilitación dirigida. Esto, según explicó el Dr. Claudio Soto Angelo, médico fisiatra que analizó el lanzamiento, permite extender la ventana de recuperación que es limitada tras un ACV.
El modelo también ha sido validado por otros especialistas nacionales, como la Dra. Francisca Convalia Zelada, Neuróloga, quienes destacaron la importancia de sumar estas nuevas herramientas terapéuticas en el país.
El Dr. Dagi señaló que la elección de Chile como punto de partida se debe al alto nivel de su escuela de medicina y sus profesionales. El objetivo de la compañía es hacer que este modelo sea accesible a la mayor cantidad de pacientes posible, y que eventualmente pueda integrarse al sistema público de salud, enviando un mensaje final de esperanza: «Creemos que la recuperación siempre es posible; quizás no un retorno al pasado, sino un futuro funcional y significativo.»





