Pekín, China. — En las escuelas de toda China, los ejercicios de coordinación física forman parte de la rutina diaria obligatoria, una práctica regulada por el Ministerio de Educación que busca promover la disciplina, la salud y el espíritu colectivo entre los estudiantes.
Cada mañana, antes del inicio de las clases, los alumnos se reúnen en el patio para participar en una serie de movimientos coordinados al ritmo de música tradicional o pop infantil. Estas actividades, que duran entre 15 y 20 minutos, tienen como objetivo estimular la concentración, mejorar la condición física y fomentar el trabajo en equipo desde la infancia.
El Ministerio de Educación chino considera esta rutina una herramienta clave dentro del modelo educativo nacional, al integrar el desarrollo físico, mental y social de los estudiantes. Además, los ejercicios promueven valores como la cooperación, la puntualidad y la cohesión grupal, pilares fundamentales en la formación ciudadana del país asiático.
Estas prácticas, presentes en millones de escuelas del país, reflejan una visión educativa integral, en la que el bienestar físico y la formación colectiva se consideran componentes esenciales del éxito académico y personal.





