A una semana de su asunción como primera autoridad del máximo tribunal de O’Higgins, el ministro recibió al Defensor Regional, Claudio Aspe, y al jefe de la Unidad de Estudios, Mario Quezada.
Por Andrea Contreras Márquez,
Defensoría Regional de O’Higgins.
El pasado 3 de marzo asumió su segundo período como presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua el ministro Pedro Caro Romero, abogado de la Universidad de la Santísima Concepción y quien lleva más de 20 años trabajando en el Poder Judicial.
En el discurso de inicio de su presidencia, Caro Romero destacó como sus objetivos la gestión de causas, potenciar la coordinación interinstitucional con los organismos y servicios públicos del sistema de justicia, y realizar actividades académicas y de capacitación, a través de seminarios y charlas.
Y fueron precisamente estos tópicos los que se abordaron durante una reunión de saludo protocolar que le hicieron el Defensor Regional de O’Higgins, Claudio Aspe, y el jefe de la Unidad de Estudios, Mario Quezada, quienes plantearon al magistrado los temas más relevantes de coordinación respecto al trabajo del sistema penal y sus intervinientes en la región de O’Higgins.
IMPACTO DE LA CRIMINALIDAD
Particularmente, Aspe y Quezada comentaron el impacto de las nuevas formas de criminalidad en la región y cómo eso pudiese afectar la labor de las instituciones del sistema de justicia.
Durante el encuentro, además, se acordó realizar un trabajo conjunto de preparación para la próxima entrada en vigencia -en O’Higgins- de la reforma al sistema de responsabilidad penal adolescente, como también que la Defensoría y el Poder Judicial sigan organizando actividades académicas.
