Educación Continua: del oficio al diplomado, el camino hacia un futuro laboral sólido

Por: Angelo Giovanni Palazzi Lander
Vicerrector Sede
INACAP Rancagua

En Chile, la capacitación se ha consolidado como una herramienta clave para el desarrollo personal y profesional. Ya sea para formalizar un oficio, ingresar al mundo laboral o avanzar dentro de una organización, adquirir nuevas competencias se ha vuelto un imperativo en un mercado que exige constante actualización. En ese sentido, INACAP, pionero en capacitación desde 1966, ofrece formación técnica y profesional a nivel nacional. Sus programas están diseñados para responder a las demandas del mercado laboral. Utiliza modalidades sincrónicas y asincrónicas, permitiendo a los estudiantes compatibilizar estudios con su vida personal y laboral. Esta metodología ha sido clave en su éxito. En los últimos cinco años, ha capacitado a más de 150.000 personas.
Pero, ¿por qué es tan relevante capacitarse, desde un oficio hasta un diplomado?
1. La capacitación como puerta de entrada al empleo
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la informalidad laboral en Chile alcanza al 27% de los trabajadores, lo que equivale a cerca de 2,3 millones de personas sin seguridad social ni estabilidad. En este contexto, formalizar un oficio mediante cursos certificados no solo otorga credibilidad al trabajador, sino que también le permite acceder a mejores condiciones laborales y mayor estabilidad económica. Oficios como electricidad, mecánica automotriz o gastronomía pueden convertirse en carreras sólidas con la capacitación adecuada.
2. Oportunidades de crecimiento profesional
Para quienes ya están empleados, capacitarse es clave para acceder a mejores oportunidades. Según el estudio «Habilidades del Siglo XXI» de la OCDE, el 65% de los empleos actuales requerirán nuevas competencias en los próximos cinco años. En este escenario, especializarse en áreas como ciberseguridad, transformación digital o gestión empresarial mediante diplomados o cursos avanzados permite a los trabajadores diferenciarse y progresar en sus organizaciones.
3. Mayor competitividad en el mercado laboral
Un informe de la Cámara Nacional de Comercio indica que el 80% de las empresas consideran la capacitación un factor decisivo al contratar personal. La empleabilidad no solo depende de la experiencia, sino también de la actualización constante. Un oficio certificado o un diplomado en una disciplina específica fortalecen el currículum y aumentan las posibilidades de acceder a empleos mejor remunerados.
4. Adaptación a la transformación digital
El avance tecnológico está redefiniendo los perfiles laborales. Según el Banco Mundial, el 50% de los empleos en América Latina corren riesgo de automatización en las próximas décadas. En este contexto, la capacitación en habilidades digitales y la educación continua se vuelven esenciales para mantenerse vigente y asegurar una trayectoria profesional sostenible.

Desde un curso de oficio hasta un diplomado, cada instancia de aprendizaje representa una inversión en el futuro. En un entorno laboral dinámico, la formación y la capacitación ya no son opcionales, sino requisitos fundamentales para la estabilidad y el crecimiento profesional. Optar por el aprendizaje es abrirse a mejores oportunidades, mayor competitividad y, en definitiva, una mejor calidad de vida.

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