La segunda vuelta presidencial está a la vuelta de la esquina y, en los bloques de José Antonio Kast y Jeannette Jara, la atención ya no se centra tanto en quién ganará, sino en cuánto será la diferencia. En ambos frentes se da por sentada la victoria del candidato de la derecha, pero la magnitud del triunfo podría desencadenar reacciones políticas profundas en la centroizquierda.
Desde el oficialismo hasta los sectores más cercanos a la oposición, la sensación es unánime: José Antonio Kast parece tener el triunfo asegurado. La incertidumbre, sin embargo, se basa en si esa victoria será por un margen estrecho o se acercará al 20%. En ambos comandos de campaña se reconoce que el desafío no es solo ganar, sino la diferencia que se logre.
¿Un Plebiscito contra Boric?
En el Partido Comunista y algunos sectores de la izquierda, se percibe la elección no como una competencia entre Jara y Kast, sino más bien como un referéndum sobre el Gobierno de Gabriel Boric. «El resultado no será un voto directo a favor o en contra de Kast ni de Jara, sino más bien una manifestación a favor o en contra del Gobierno», afirma un dirigente del PC, señalando que el margen de victoria de Kast será el factor clave para interpretar la voluntad popular.
Aunque se da por sentada la victoria de Kast, varios analistas y políticos coinciden en que esto no significará necesariamente cambios radicales en la política nacional. “Aunque Kast gane, la estructura institucional de Chile no cambiará de forma drástica. Boric, a pesar de su alineamiento con la ultraizquierda, no logró grandes transformaciones”, apunta un dirigente político.
El Foco en la Magnitud de la Derrota de Jara
Para el oficialismo, el principal debate se centra en la magnitud de la derrota de Jeannette Jara. Un triunfo amplio de Kast, cercano al 70%, podría agudizar las tensiones internas en la centroizquierda y fortalecer la posición de la derecha en el futuro Gobierno. En cambio, una derrota ajustada, aunque dolorosa, permitiría al oficialismo argumentar que sigue siendo una fuerza importante dentro del electorado.
Según fuentes cercanas al oficialismo, las proyecciones internas estiman que el margen de victoria de Kast podría rondar el 60%, con Jara obteniendo un 40%. Para algunos sectores de la centroizquierda, cualquier resultado inferior al 40% sería un “fracaso catastrófico” que obligaría a una reflexión profunda y reestructuración dentro de sus partidos.
La Incertidumbre en Chile Vamos y el Impacto del Margen
En la coalición de derecha Chile Vamos, las proyecciones varían, pero en su mayoría se ubican en un rango de victoria de Kast entre el 55% y el 60%. Esta diferencia será clave no solo para la legitimidad del nuevo Gobierno, sino también para la relación de Kast con sus aliados potenciales. Si la diferencia es pequeña, necesitará más apoyo de otros sectores; si es amplia, su capacidad de acción será más independiente.
Desde el Partido Republicano, existe algo de nerviosismo sobre cómo se traducirán los números finales. Los cálculos apuntan a un triunfo cercano al 58%, aunque los analistas señalan que un margen de entre el 60% y el 62% facilitaría la implementación de la agenda del nuevo Ejecutivo sin depender en exceso de otras fuerzas políticas.
El Congreso: El Otro Factor Clave
A pesar de la proyección de victoria para Kast, los analistas recuerdan que la izquierda mantiene una fuerte presencia en el Congreso. Partidos como el PS, el PPD, la DC, el FA y el PC aún conservan una base sólida de apoyo parlamentario, lo que podría ser un factor determinante para equilibrar la relación de fuerzas en el nuevo Gobierno.
¿Qué Implica un Resultado Ajustado?
En el oficialismo, se interpreta que una victoria ajustada, como un 54%-46%, podría verse como un avance en la base electoral, proporcionando un «contrapeso» a la creciente fuerza de la derecha. De ser así, los partidarios de Jara podrían argumentar que están “a solo unos puntos de ser la mayoría”, aunque la victoria de Kast seguiría siendo la noticia principal.
Por otro lado, una derrota de Jara por un margen más estrecho que los ocho puntos podría interpretarse como una «derrota neutra», permitiendo al oficialismo presentar el resultado como un avance, a pesar de la derrota.





