En un avance que promete revolucionar la industria agrícola, una nueva máquina equipada con un sensor electrónico ha comenzado a utilizarse para clasificar tomates de manera rápida y eficiente.
El dispositivo funciona mediante sensores que analizan el color, tamaño y estado de cada tomate, separando automáticamente los frutos en buen estado de aquellos que presentan defectos. De esta forma, se optimiza la cadena de selección, reduciendo los tiempos de trabajo y garantizando una mejor calidad en la distribución de los productos.
Además, la innovación incluye un sistema que aparta los restos o tomates en mal estado, lo que no solo facilita la labor de los agricultores, sino que también contribuye a un uso más responsable de los recursos, ya que estos descartes pueden destinarse a otros fines, como la producción de compost o alimento animal.
Especialistas destacan que este tipo de tecnología es clave para enfrentar los desafíos de la agricultura moderna, donde la eficiencia y la sustentabilidad juegan un rol fundamental. Con la implementación de estas máquinas, se espera un impacto positivo tanto en la productividad como en la reducción de pérdidas en el sector hortofrutícola.