La Subdirección de Gestión Asistencial presentó un balance que evidencia mejoras sostenidas en producción, tiempos de espera y resolución quirúrgica, destacando el trabajo coordinado de los establecimientos y el fortalecimiento de la gestión clínica en toda la red.
El equipo de Gestión de la Producción de la Subdirección de Gestión Asistencial del Servicio de Salud O’Higgins, presentó ante las funcionarias y funcionarios del área, el balance anual del trabajo en Listas de Espera quirúrgicas, ambulatorias y de hospitalización, destacando avances significativos en oportunidad y capacidad de resolución en toda la red asistencial.
Durante la jornada se destacó que los resultados alcanzados fueron posibles gracias al esfuerzo coordinado entre los establecimientos, la gobernanza clínica reforzada y un sistema de seguimiento permanente instaurado este año. Esta estructura permitió ordenar procesos, acompañar a los equipos, mejorar la programación y aumentar la producción asistencial de manera sostenida.
La directora (s) del Servicio de Salud O’Higgins, Margarita Yercic, agradeció el compromiso de los equipos y valoró los avances logrados. “Estamos muy felices y orgullosos del trabajo realizado. Ha sido un esfuerzo en equipo, optimizando la gestión y motivando a los equipos clínicos. Estamos dando vuelta la imagen del Servicio de Salud y avanzando con convicción y compromiso”, afirmó. Agregó que el desafío para 2026 es posicionar al servicio dentro de los cinco mejores del país en oportunidad y gestión, destacando que “si seguimos trabajando así, con estrategias consensuadas y equipos comprometidos, vamos a lograrlo”.
En la misma línea reafirmó el compromiso de la institución, señalando que “este es un trabajo que se nota, que impacta directamente en nuestros usuarios. Sigamos avanzando unidos, con liderazgo y compromiso, porque el 2026 debe encontrarnos entre los mejores del país”.
El Subdirector de Gestión Asistencial del Servicio de Salud O’Higgins, doctor Lenin España, destacó que estos resultados marcan un punto de inflexión en la red O’Higgins. “Cuando trabajamos de manera unida y con datos claros, logramos metas que antes parecían imposibles. Seguiremos avanzando con responsabilidad clínica y compromiso con cada paciente”, afirmó.
Ambulatorio: más producción, menos consultas perdidas y mejor uso de las agendas
El trabajo del equipo de Registro y Lista de Espera permitió disminuir de manera significativa las consultas perdidas: entre enero y septiembre de 2024 se registraron 78.000 atenciones no realizadas, cifra que bajó a 20.000 en el mismo periodo de 2025. Esto permitió alcanzar un 93% de cumplimiento de programación médica, reflejando un cambio sustancial en la gestión ambulatoria.
La producción llegó a 291.000 consultas, mientras que la proporción de consultas nuevas aumentó de 20% a cerca de 34%. La ejecución de agendas clínicas subió de 86% a 95%, demostrando mayor eficiencia en el uso de la capacidad instalada. El desarrollo de nuevas herramientas de monitoreo por parte de Felipe Flores permitió visualizar la producción diaria, mejorar la toma de decisiones y transparentar el desempeño de cada unidad.
Asimismo, la tasa de “No se Presenta” (NSP) disminuyó a 12%, tras haber alcanzado niveles cercanos al 18% durante el primer semestre, gracias al fortalecimiento de la contactabilidad y a la estandarización del proceso de confirmación de citas.
Reducción histórica en los tiempos de espera y en la lista más antigua
Uno de los logros más destacados fue la disminución de la mediana de espera, que pasó de 285 días en diciembre de 2024 a 204 días en la última semana, lo que representa 81 días menos de espera y deja a la red a solo cuatro días de cumplir la meta ministerial de mantenerse bajo los 200 días.
Además, la lista de espera más antigua experimentó una reducción del 86%: en marzo de este año existían 26.000 personas en el tramo de mayor antigüedad, y hoy esa cifra se reduce a 3.668, lo que permitió entregar atención oportuna a más de 22.000 usuarios. Este avance representa un cambio de escala en la gestión clínica, dado que mover la mediana en un universo de 100.000 personas requiere un trabajo altamente riguroso.
Proceso quirúrgico: más productividad, menos pabellones detenidos y mayor resolutividad
En el ámbito quirúrgico también se observaron avances sustantivos. La programación aumentó de 72% a 85%, mientras que los pabellones no habilitados por infraestructura disminuyeron en un 79% y los no operativos por recurso humano lo hicieron en un 74%. Esto permitió aumentar el rendimiento quirúrgico de 2,9 a 3,7 y realizar 4.617 cirugías durante el año.
La mediana de cirugía mayor regional bajó de 498 a 406 días, con mejoras significativas en establecimientos como Santa Cruz, San Vicente y Rengo. También se observó una reducción importante en la mediana de cirugía menor en casi todos los hospitales de la red.
Hospitalización: continuidad del cuidado y mejoras en la gestión de camas
En el ámbito de hospitalización, la red fortaleció la gestión de camas, los tiempos de estadía y la coordinación clínica, manteniendo la oportunidad de atención en servicios críticos y optimizando los flujos de ingreso. Este trabajo ha permitido sostener los avances observados en la resolución de listas de espera y en la continuidad del cuidado.
Salud mental: un área antes postergada que hoy es prioridad
El balance incorporó también el diagnóstico del proceso ambulatorio de salud mental, que este año se transformó en una prioridad para la gestión asistencial. El equipo visitó cinco COSAM, identificando problemas como listas sin gestión activa, baja utilización de agendas, programación desactualizada y usuarios que llevaban más de un año sin control.
Gracias al ordenamiento administrativo y al seguimiento semanal, la mediana de espera bajó de 217 a 145 días y los 190 casos pendientes se redujeron a 48, varios asociados a derivaciones incorrectas desde el Hospital Dr. Franco Ravera Zunino. El indicador “No se Presenta” (NSP) disminuyó de 18% a 13%, mientras que las altas clínicas comenzaron a aumentar, aunque siguen siendo bajas.
Para 2026, el plan contempla mejorar la programación, aumentar el uso de agendas, focalizar atenciones según complejidad y reforzar la contactabilidad, con el fin de mejorar el acceso y la resolutividad del sistema.
Desafíos 2026: foco en antigüedad, altas médicas y aumento de la producción
Para el próximo año, la Subdirección definió una hoja de ruta centrada en aumentar la producción médica, potenciar las altas clínicas, fortalecer la contactabilidad y priorizar siempre a los usuarios que más tiempo llevan esperando. Se implementará la Consulta de Acto Único para aumentar la resolutividad, junto con la informatización del proceso quirúrgico y la estandarización de la programación en toda la red.





